El Barómetro 2024 de septiembre del organismo público CIS revela que la inmigración ha pasado a ser considerada el problema del país que más preocupa a los españoles, mientras que en el anterior estudio, de junio, ocupaba el noveno lugar.
En tres meses, la inmigración ha destronado al paro y a los "problemas políticos" del primer puesto de las preocupaciones, según este estudio sobre la percepción de la población.
El barómetro del CIS se realizó a principios de septiembre, tras un verano marcado por las noticias sobre el aumento de llegadas irregulares de personas a Canarias, a bordo de embarcaciones precarias conocidas como "pateras", procedentes del continente africano.
Este contexto ha sido señalado por encuestadores, sociólogos y otros académicos como esencial para analizar los resultados del estudio, advirtiendo de un probable "efecto agosto", dado que fue un verano sin otras noticias de importancia en España, en el que los informativos mostraron repetidamente imágenes de las 'pateras', en una "sobreexposición mediática" del fenómeno.
En una reciente comparecencia en el Congreso de los Diputados, la ministra responsable de Inmigración, Elma Saiz, aseguró que la ocupación de los centros de acogida de inmigrantes adultos en Canarias, a pesar del aumento de llegadas, se ha mantenido en una media en torno al 50%, contradiciendo la idea de caos o agotamiento, alimentada principalmente por la extrema derecha y en las redes sociales.
Sin embargo, durante los meses de verano, la atención mediática y política se centró únicamente en el caso de los menores migrantes llegados a Canarias, que requieren una respuesta específica en virtud de las leyes nacionales y europeas.
En el caso de los menores, los centros de acogida de Canarias están saturados, el resto de comunidades autónomas han mostrado escasa o nula disposición a acogerlos y el Parlamento nacional ha sido incapaz hasta el momento de alcanzar un acuerdo para modificar la ley de extranjería que permita la distribución automática de los niños y jóvenes por todo el territorio.
El año parlamentario terminó en julio con este debate sobre la ley de inmigración y los menores, en el que la extrema derecha asoció a los inmigrantes, incluidos los menores, con la delincuencia, en contra de lo que concluyen los estudios y estadísticas nacionales e internacionales.
La "rentrée" política de finales de agosto y principios de septiembre también giró en torno a la inmigración: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajó a países de África Occidental para promover la "migración circular" y asegurar que quien entre irregularmente en España tendrá que regresar a su país de origen, mientras que el líder de la oposición, Alberto Núñez, se desplazó a Italia para alabar la política de la primera ministra, Giorgia Meloni, en esta materia.
El estudio del CIS se realizó en este contexto y situó la inmigración a la cabeza de las preocupaciones de los españoles. Ya había ocurrido lo mismo en 2007, coincidiendo con otro pico de llegadas de migrantes a Canarias, y en septiembre de 2018 y 2019, también después de un verano y en un momento en el que el partido ultraderechista Vox y su retórica antiinmigración habían emergido en la política española.
En 2007, 2018 y 2019, esa percepción de la inmigración como uno de los mayores problemas de España fue coyuntural y volvió a quedar relegada a un segundo plano en los barómetros posteriores.
En esta ocasión, los expertos entrevistados por la prensa española creen que aún es pronto para sacar una conclusión, pero destacan que en diversos estudios, incluidos los del Eurobarómetro, se observa una tendencia creciente de preocupación de los españoles por la inmigración desde 2023.
Los extranjeros en España suponían alrededor del 17% de la población el año pasado, según datos oficiales, y el país sigue siendo uno de aquellos en los que las opiniones hostiles hacia la inmigración están por debajo de la media europea, aunque han ido creciendo desde que Vox entró en las instituciones.
"[Vox] normaliza institucional y mediáticamente el discurso antiinmigración y eso, en España, no había pasado nunca", explica a la agencia EFE el sociólogo Juan Iglesias, profesor de la Universidad Pontificia de Madrid.
Además, Juan Iglesias también explicó que en los últimos meses parece haberse roto el tradicional consenso sobre inmigración que existía en los dos grandes partidos españoles, el PSOE (socialista) y el PP (de derechas), cuestión que también está siendo utilizada por estas dos fuerzas como "arma electoral".
Además del contexto político y de la época del año en que se realizó el estudio del CIS, los expertos advierten de varias cuestiones técnicas y metodológicas que pueden haber contaminado los resultados y situado la inmigración a la cabeza de las preocupaciones de los españoles.