Según una iniciativa presentada hoy, la Comisión Europea quiere que "cualquier persona en la Unión Europea (UE) se sienta segura y libre de amar a quien quiera, tal como es."
Por ello, la Comisión Europea presentó una estrategia que se aplicará entre 2026 y 2030, cuyo objetivo es "combatir el discurso del odio tanto offline como online."
Para ello, el gobierno de Ursula von der Leyen quiere crear un "centro de recogida de información sobre el discurso ilegal del odio en línea."
Al mismo tiempo, la Comisión Europea quiere "apoyar a los Estados miembros para acabar con las prácticas de conversión".
Las llamadas "terapias de conversión" son actividades ilegales que asumen que es posible alterar la orientación sexual de una persona o cambiar su percepción de su propio género, utilizando métodos que no están respaldados por la ciencia.
La Comisión Europea quiere crear "acciones para acabar con ellas" y estudiará una iniciativa ciudadana para "prohibir las prácticas de conversión."
Bruselas también indica que la discriminación basada en la orientación sexual y el género perjudica la competitividad de la Unión Europea, ya que el bloque político-económico europeo "pierde 89 millones de euros" al año, principalmente debido a los obstáculos para contratar a personas LGBTQIA+.