Según los datos facilitados por Ember, el uso de gas para servicios de red se duplicó en mayo en comparación con el mismo periodo del año pasado, representando el 57 % del precio de la electricidad, frente al 14 % en 2024.
Como consecuencia, añade la organización, las pérdidas de energía renovable se han triplicado desde el apagón en España y Portugal, pasando del 1,8 % en los dos últimos años al 7,2 % en el periodo comprendido entre mayo y julio.
"España corre el riesgo de volver a una costosa dependencia del gas en medio de los temores posteriores al apagón", advirtió Chris Rosslowe, analista principal de energía de Ember, citado en un informe.
Rosslowe hizo hincapié en la necesidad de invertir en baterías e interconexiones, algo que ayudará a España a "liberarse por fin" de la dependencia de los combustibles fósiles.
En cualquier caso, el analista reconoce que en los últimos años España "ha roto el nefasto vínculo entre los precios de la electricidad y la volatilidad de los combustibles fósiles, algo que sus vecinos europeos están deseando conseguir".
El estudio de Ember revela que el declive de la influencia de los combustibles fósiles en España ha sido "mucho más rápido" que en otros países dependientes del gas como Alemania e Italia.
El crecimiento de la energía eólica y solar en España ha reducido la influencia del gas y el carbón en los precios de la electricidad en un 75 % desde 2019, lo que ha convertido al mercado eléctrico español en uno de los más baratos de Europa, según el grupo.
En los mercados europeos, la generación más cara en funcionamiento -normalmente gas o carbón- fija el precio mayorista horario de la electricidad.
Así, a medida que aumenta la cuota de renovables más baratas, los combustibles fósiles determinan el precio con menos frecuencia.
El análisis revela que, en el primer semestre de 2025, la generación con combustibles fósiles influyó en el precio de la electricidad en España sólo en el 19 % de las horas, la cifra más baja entre los cinco países europeos con mayor parque de gas.
Como resultado, el precio mayorista de la electricidad en España fue un 32 % inferior a la media de la Unión Europea.
El apagón del 28 de abril, calificado de "excepcional y grave" por la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte, dejó a Portugal y España prácticamente sin electricidad durante más de 10 horas.
Aeropuertos cerrados, congestión del transporte y escasez de combustible fueron algunas de las consecuencias inmediatas.
Hasta ahora, un aumento de tensión en cascada, fenómeno técnico inédito en Europa, ha sido la causa del incidente.