La cifra de 1.806 víctimas mortales supone un incremento del 3% respecto a 2022, aunque en el caso de los heridos graves el aumento es del 9%, en un contexto de mayor número de desplazamientos a gran escala, un 2% respecto a los datos del año anterior. En comparación con otros países europeos, estos datos sitúan a España en el noveno país con menor tasa de fallecidos por millón de habitantes, con 38 fallecidos por millón de habitantes. No obstante, la DGT sigue incorporando medidas de precaución en las carreteras para reducir al máximo los accidentes de tráfico.

La línea roja sobre la línea blanca, que sigue siendo habitual en algunas carreteras españolas, se pinta en las vías de España que han registrado los índices de siniestralidad más elevados. El objetivo de la línea roja es hacerla más visible a los conductores y hacerles saber que están entrando en una zona de alto riesgo de accidentes y deben reducir la velocidad.

La Consejería de Fomento de Andalucía fue una de las primeras en aplicar este nuevo método, implantado en la carretera A-355, dirección Marbella, en un tramo de 4 km. Gracias a este proyecto, los accidentes de tráfico graves se han reducido en un 30%, por lo que la Junta ha asegurado que seguirá aplicando medidas similares.