La ley también establece una serie de medidas de buenas prácticas, tanto para la administración como para los distintos eslabones de la cadena, para evitar el despilfarro. Por ejemplo, prevé que los establecimientos comerciales dispongan de líneas de venta de productos considerados "feos, imperfectos o antiestéticos", según cita Libre Mercado.

La ley también prevé un estricto régimen sancionador para aquellas empresas que incumplan la normativa aprobada. Así, se contemplan diferentes multas en función de si la infracción se considera leve, grave o muy grave, que van desde los 2.000 euros hasta los 500.000 euros.