Esta es una de las principales medidas en materia de vivienda anunciadas por la dirigente 'popular' para su segundo año al frente del Ayuntamiento de Valencia. Pretende aumentar el control municipal sobre los apartamentos turísticos ilegales y procederá al corte de suministros básicos.

Además, Catalá ha anunciado que también solicitará al Gobierno de la Generalitat, presidido por Carlos Mazón, las competencias oportunas para poder realizar inspecciones periódicas y sancionar a estas viviendas ilegales, con multas que pueden superar los 100.000 euros y llegar a los 600.000 en casos muy graves.

El alcalde ha afirmado que "el turismo es un sector fundamental para la economía" valenciana. "Aporta el 15 por ciento del PIB. Por lo tanto, hay que cuidarlo. Pero también tenemos claro que esta ciudad no puede morir de éxito. Necesitamos regular el turismo y apostar por un turismo de calidad, que respete y cuide nuestra ciudad, que ponga al vecino en primer lugar y en el centro de todas las decisiones", ha explicado.

También ha anunciado que la capital del Turia priorizará los cruceros que pernocten en la ciudad y prohibirá la llegada de más de un barco turístico al día.