Con una superficie de 50.000 metros cuadrados, es una de las plazas más grandes y monumentales del país.
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que ya anunció en febrero su intención de cobrar una entrada de tres euros a los turistas, ha afirmado que ya ha "decidido vallar" la zona de la plaza perteneciente al Ayuntamiento, es decir, el espacio al aire libre entre la balaustrada de entrada y los bancos de las provincias.
Su idea es que los turistas paguen una entrada de "tres o cuatro euros" por la visita con el objetivo de sufragar la "vigilancia 24 horas" en la zona y los trabajos de conservación permanente.
En una entrevista en la Cadena Cope, Sanz explicó que sólo se cobraría la entrada a los turistas, no a aquellas personas que acrediten estar empadronadas en la ciudad o haber nacido en el conjunto de la provincia. El Ayuntamiento, propietario del espacio entre los bancos y la balaustrada, quería inicialmente restringir también el acceso al edificio.