"En un contexto global tan complejo, el Gobierno español está firmemente comprometido con la apertura de nuestro país y también de Europa al Sudeste Asiático", dijo Pedro Sánchez en Hanoi, en una declaración junto al primer ministro de Vietnam, Pham Minh Chinh, difundida en las redes sociales del Gobierno español.
Sánchez aseguró que el Gobierno español está desarrollando una "nueva estrategia exterior" para "estrechar lazos" con países con "el dinamismo y la importancia" de Vietnam, que se ha convertido en "una potencia en el continente asiático" y en "un protagonista creciente en la escena internacional".
"España apuesta por un orden internacional basado en las reglas, el libre comercio y la apertura económica y cree que las guerras comerciales no sólo no benefician a nadie, sino que perjudican a todos", dijo.
El Gobierno español ha subrayado en los últimos días que las visitas de Sánchez a Vietnam y China estaban coordinadas con la Unión Europea (UE) y ya estaban previstas antes de los anuncios de Trump.
Las mismas fuentes reconocieron, sin embargo, que el viaje ha cobrado una nueva relevancia en el contexto de los últimos días.
En la reunión entre Sánchez y Pham Minh Chinh, España y Vietnam firmaron varios acuerdos para reforzar las relaciones bilaterales, tanto en el plano político como en el económico y comercial, con el objetivo de establecer una "relación estratégica integral".
Además del comercio, España ha atraído importantes inversiones chinas en los últimos años. Según cifras oficiales de las autoridades españolas, las empresas chinas han invertido más de 10.000 millones de euros en el país para la producción de coches eléctricos, junto con otros proyectos en el campo de las baterías o los electrolizadores (utilizados en la producción del llamado hidrógeno verde).