Los países de la Península Ibérica aportaron el 50% del crecimiento económico de la Unión Europea (UE), además de representar sólo el 13% del PIB de la Eurozona.
Las economías de España y Portugal lideraron el crecimiento del PIB en el último trimestre de 2024: España creció un 0,8 por ciento y Portugal un 1,5 por ciento. El año pasado, la economía española creció un 3,5 por ciento y la portuguesa un 2,7 por ciento.
El crecimiento de la economía ibérica puede explicarse por lo orientadas a los servicios que están ambas economías, por lo que no están expuestas a las debilidades de la industria de la eurozona. La recuperación del sector turístico, tras la pandemia, también ha ayudado al crecimiento de la economía de los países.
El hecho de que los países ibéricos apuesten por las energías renovables reduce la dependencia de otros países como Rusia, que suministra gas, mitigando los costes en energía.