El nuevo radar de Galicia está situado en una carretera de Pontevedra, a su paso por el municipio de Vilaboa, en la N-550. Además de detectar el uso del teléfono móvil, el radar está equipado para detectar infracciones por exceso de velocidad.

Según la web del GAL Metropolitano, citada por Notícias ao Minuto, también se detectan otras prácticas, como el uso del cinturón de seguridad y el cruce de líneas continuas. Se trata de un radar de velocidad media que cubre aproximadamente dos kilómetros.

El objetivo del radar es reducir los comportamientos de riesgo y sancionar a los infractores. Aunque ya está instalado, el radar aún no está operativo, a diferencia de los radares instalados en la PO-340 y la AP-9, que ya detectan infracciones.