Los expertos nos explican cómo puede afectar el frío a nuestra salud y nos dan algunos consejos para reducir los riesgos...
Corazón
El frío puede pasar una factura oculta a la salud de nuestro corazón.
"Cuando la casa está siempre fría, el cuerpo tiene que esforzarse más para mantenerse caliente, lo que puede sobrecargar el corazón", afirma el Dr. Chun Tang, médico de cabecera de Pall Mall Medical. "Las bajas temperaturas pueden elevar la tensión arterial y, con el tiempo, la exposición prolongada al frío puede aumentar el riesgo de afecciones más graves, como infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares".
Sistema respiratorio
"Respirar aire frío puede irritar las vías respiratorias, empeorando afecciones como el asma y la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica)", explica Tang. "Una casa fría y húmeda es también el caldo de cultivo perfecto para el moho, que puede desencadenar infecciones respiratorias, sibilancias y tos persistente".
"Si te falta el aire más a menudo en invierno, la temperatura de tu casa puede estar influyendo".
Créditos: TSN;
Huesos
"Las bajas temperaturas pueden provocar rigidez y dolor en las articulaciones, sobre todo si tienes artritis", señala Tang. Pero además, si no te mueves mucho porque intentas mantenerte caliente bajo las mantas, tus huesos y músculos no realizan la actividad que necesitan para mantenerse fuertes".
"A largo plazo, esto puede contribuir a debilitar los huesos y aumentar el riesgo de padecer enfermedades como la osteoporosis.
El frío también puede aumentar el riesgo de caídas y resbalones.
"Cuando los músculos están fríos, no funcionan con la misma eficacia, por lo que son más propensos a la rigidez y la lentitud de reacción, dos factores que pueden aumentar el riesgo de resbalones y caídas", explica Tang. "Si tienes escalofríos, también es más probable que te sientas inestable.
"Y si la casa está fría y húmeda, el suelo puede volverse resbaladizo, lo que aumenta aún más el riesgo.
Mente
Vivir en un ambiente constantemente frío no es sólo incómodo: puede tener un impacto real en tu estado de ánimo y tu bienestar mental.
"Pasar frío durante mucho tiempo puede aumentar el estrés, la ansiedad e incluso la depresión", afirma Tang. También puede hacer que te sientas más cansado y desmotivado, lo que dificulta las tareas cotidianas".
"Un hogar cálido y confortable es importante no sólo para la salud física, sino también para mantener el ánimo alto".
¿Quién corre más riesgo?
"Los adultos mayores, los niños pequeños y las personas con enfermedades crónicas -como asma o cardiopatías- corren mayor riesgo", destaca Tang. "Quienes tienen un corazón más débil pueden tener más dificultades para bombear la sangre con eficacia en el frío, lo que aumenta el riesgo de infartos y derrames cerebrales".
He aquí algunas cosas que puedes hacer para reducir estos riesgos para la salud...
Enciende la calefacción
"Creo que a algunas personas les da mucho miedo encender la calefacción y entiendo perfectamente por qué, pero las implicaciones para la salud son potencialmente muy perjudiciales", dice Lippiatt. "Puedes hacer cosas como concentrar la calefacción en las habitaciones en las que es más probable que estés".
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A prueba de corrientes de aire
"Asegúrese de que su casa es a prueba de corrientes de aire", recomienda Lippiatt. "Animamos a todo el mundo a tener en cuenta los consejos de eficiencia doméstica, como asegurarse de que la caldera está revisada y al día, y mantener las ventanas y puertas cerradas todo lo posible para conservar el calor".
Mueve el cuerpo
El movimiento ayuda a mantener el cuerpo sano y caliente.
"Si tienes escaleras, puedes intentar subirlas y bajarlas, o salir a dar un paseo si no hace demasiado frío", sugiere Lippiatt. "También hay muchas cosas sobre ejercicios en silla si tu movimiento es limitado".
Consume comidas calientes
"Ingerir comidas calientes y bebidas calientes también puede ayudarte a regular la temperatura corporal", dice Tang.