Titulada "Mallorca no es el paraíso que te venden", la carta abierta es una denuncia de los problemas derivados del aumento del turismo en la isla, con su impacto en el ecosistema, el deterioro de los servicios públicos, el aburguesamiento y el encarecimiento de la vida.
Las siete asociaciones y organizaciones acusan también a la industria hotelera y a los políticos de dar más importancia a sus intereses económicos en detrimento del bienestar de los habitantes de la isla.
"La población local está harta y ya no somos hospitalarios, porque están destruyendo la tierra que amamos; y muchos residentes tienen que emigrar porque la isla se ha vuelto inhabitable", reza la carta abierta.
Por eso hacen un llamamiento: "Es hora de pedirles que no vengan. No necesitamos más veraneantes, de hecho, sois la causa del problema".
El verano pasado, varias ciudades españolas fueron escenario de manifestaciones que alertaban contra la saturación de la actividad turística, el agotamiento de los recursos y las graves repercusiones en el mercado inmobiliario.
En 2023, España era el segundo destino turístico del mundo después de Francia y recibió 86 millones de visitantes extranjeros, según las estadísticas oficiales.
Las Islas Baleares, en el Mediterráneo, donde viven alrededor de 1,2 millones de personas, recibieron 14,4 millones de turistas en 2023.