Los amantes de la jardinería que estén pensando en reservar unas vacaciones quizá estén estudiando detenidamente los hermosos jardines que pueden visitar en todos los continentes, pero también hay árboles impresionantes que admirar.
Quizá le apetezca viajar a Australia para ver fresnos de montaña de 90 m de altura, o a Sierra Nevada para admirar las secuoyas gigantes, o a Japón para ver aparecer en primavera las impresionantes flores de cerezo (sakura).
Si no sabe adónde ir, Matthew Collins, escritor de jardines y viajes, y jardinero jefe del Museo de Jardines de Londres, le ayudará. Junto con su colega Thomas Rutter, escritor de jardines, ha publicado El atlas de los árboles, un libro de sobremesa y una guía para descubrir en sus viajes los árboles más bellos, insólitos, majestuosos y coloridos del mundo.
El libro presenta 50 especies diferentes de árboles de todo el mundo y los autores no sólo describen los árboles en detalle, sino que también muestran dónde y cuándo ver cada variedad, cómo llegar a los lugares y cómo identificarlos.
He aquí cinco de los árboles más insólitos que quizá quiera ver en sus viajes.
1. Árbol de sangre de dragón - Yemen
El árbol nacional de Yemen se llama así por la resina de color rojo intenso de su corteza, que parece sangrar cuando se corta. Sin embargo, es vital para el paisaje, ya que su denso dosel proporciona sombra y redirige la humedad hacia el suelo, permitiendo el crecimiento de otras plantas.
Los autores afirman que aún es posible ver estos árboles en la isla yemení de Socotra, pero para ello hay que coger un vuelo desde Abu Dhabi, y la mayoría de la gente se apunta a una excursión organizada desde el extranjero.
Créditos: AP;
2. Árbol del carcaj - sur de Namibia y norte de Sudáfrica
La mayoría de nosotros tendrá un áloe como planta de interior, pero este árbol de aspecto extraño ostenta las familiares hojas largas y suculentas en el extremo de sus ramas desnudas, todo ello sostenido por un tronco pelado.
Debe su nombre a la costumbre de los indígenas san de ahuecar las ramas tubulares para formar carcajs para sus flechas.
Como es lógico, estos árboles toleran muy bien la sequía y no se encuentran en los bosques convencionales que conocemos, sino en los agrestes paisajes rocosos de las colinas de Namibia y Sudáfrica.
3. La llama del árbol del bosque - sur de Asia
Las llamativas flores aladas de color naranja/rojo, que florecen entre enero y marzo, están muy extendidas y crecen silvestres en los bosques de India y Pakistán, Vietnam y el sudeste de China.
Las flores proporcionan el tinte para la ropa y las marcas ceremoniales sagradas para los hindúes y también se utilizan en los tocados tradicionales indios.
Créditos: PA;
4. Árbol Boojum - Baja California, México
Este árbol alto y enjuto, parecido a un cactus, es uno de los más resistentes, dadas las condiciones desérticas que debe soportar. Su nombre local es "cirio", que significa vela, y el árbol produce flores amarillas en verano en el extremo del tronco.
Su tronco almacena agua y se desprende de sus hojas durante el calor extremo del verano, pero éstas reaparecen en los meses más frescos. Los más altos se encuentran en el Valle Montevideo. Asegúrate de llevar mucha agua, protección solar y un sombrero si vas de visita.
Créditos: PA;
5. Alcornoque - suroeste de Europa
Si quiere saber de dónde procede el corcho de su botella de vino, puede que se trate de este árbol poco común, que destaca especialmente en Portugal.
Allí, los bosques de alcornoques se utilizan cuidadosamente para la extracción de la corteza, pero con un método que permite que el corcho se regenere. Los extractores sólo arrancan la capa superior de corcho sin dañar la capa inferior. De este modo, pueden volver a cosechar los árboles cada nueve o doce años, cuando el árbol haya regenerado sus capas exteriores.
Si quiere experimentar un bosque de alcornoques, pruebe los "Montados" del Alentejo, en el sur de Portugal, donde la cosecha de corcho tiene lugar en septiembre y octubre, o explore la Península Ibérica.
Créditos: PA;
El Atlas de los Árboles, de Matthew Collins y Thomas Rutter, ha sido publicado por Lonely Planet.